La mente como campo de juego del ajedrez
“Desde tiempos inmemoriales, el juego forma parte del comportamiento y de la cultura de cada grupo humano; por lo tanto, se trata de una actividad
natural del ser humano. El ajedrez ha acompañado el nacimiento, desarrollo y caída de muchas civilizaciones; y sobrevivido a ellas, evolucionado tanto
en su estructura y formas, como en sus reglas y alcance universal”.
En un principio fue el jugar
Desde tiempos inmemoriales, el juego forma parte del comportamiento y de la cultura de cada grupo humano. Los niños de todas las épocas y lugares han jugado, solos o en grupos. Por lo tanto, se trata de una actividad natural del ser humano.
Sin embargo, el juego va más allá de la pura diversión; es una actividad atractiva, voluntaria y espontánea; una forma en que los niños pueden probar sus límites (qué son, qué pueden hacer y hasta dónde llegar), participar en nuevas experiencias y aprender sobre sí mismos y otros.
Así mismo, es destacable la relación muy cercana que existe entre los conceptos de juego y cultura. De hecho, Huizinga (1938), afirmó que el juego es más antiguo que la cultura; por lo que la civilización surge y se desarrolla en el juego. Por su parte Corsaro, (1985), señala que los juegos que jugamos crean un vínculo cultural común que vincula a los niños con las generaciones anteriores; pero también crea un vínculo cultural entre los propios niños.
El juego de ajedrez es una vía mediante la cual los hábitos y patrones virtuosos del carácter facilitan la inserción de sus jóvenes practicantes en la esfera pública de la vida adulta, muy particularmente en la integración al mundo laboral. Por lo tanto, es una oportunidad para el desarrollo del carácter, entendido éste como » un conjunto de valores de acción moral».
Ajedrez, juego de estrategia
El ajedrez esta conceptualizado como un juego de estrategia; esto es, pertenecienteal grupo que contribuye al desarrollo de la capacidad de concentración, del
pensamiento táctico y de la voluntad, mediante la toma de decisiones y en el transcurso de situaciones complejas o de incertidumbre.Estas actividades se utilizan pprioritariamente, en la ejercitación de estrategias del pensamiento, dentro de los métodos heurísticos que la pedagogía define como
«técnicas para aprender a aprender».
Desde el punto de vista pedagógico, volvemos a insistir en que, en tanto juego, el ajedrez cumple con una serie de características, propias de los juegos; a saber:
Asume una función social.
El juego de ajedrez estimula el desarrollo de ciertas habilidades de carácter cognitivo y favorece el pensamiento simbólico; lo cual facilita su acción civilizatoria
al contribuir con la integración del individuo a su cultura. Esto implica que este juego promueve el desarrollo e integración social de sus practicantes porque, en tanto juego, es un medio de interacción del individuo con los demás, logrando niveles de integración que casi ninguna otra actividad puede alcanzar, con todo lo que ello implica en la construcción del individuo como ser social.
En el juego y en particular el ajedrez, no existen colores, razas, credos, sexos o estratos sociales, por lo que a los ajedrecistas se les inculca el respeto,
reconocimiento y tolerancia por las diferencias entre las personas.
El ajedrez también evoluciona.
No hay grupo humano en el cual no exista el juego; observándose que este ha evolucionado conjuntamente con tales grupos a lo largo de la historia. Según Boyd, R. y Ricerson. P. (2005), La cultura… está constituida por el conjunto de ideas, destrezas, valores, creencias, lenguajes y actitudes susceptible de ser adquirido mediante imitación, enseñanza y otras formas de aprendizaje social indirecto como, por ejemplo, la facilitación social de la atención hacia determinadas acciones u objetos. La cultura es información que se transmite y que condiciona la conducta que desarrollan los individuos”.
Por su parte Huizinga (1990), afirma que el juego es anterior a cualquier cultura por lo que hay que remontarse a los primeros pobladores del planeta Tierra; además, señala que Ha habido un factor de competición lúdica más antigua que la propia cultura que impregna toda la vida a la manera de un fermento cultural, por lo que podemos decir que el juego fue parte integrante de la civilización en sus primeras fases. La civilización surge con el juego y como juego para no volver a separarse nunca más de él.
Desde su remoto origen en Egipto, India, Persia, China o Irlanda, el ajedrez ha acompañado el nacimiento, desarrollo y caída de muchas civilizaciones, y
sobrevivido a ellas evolucionado tanto en su estructura y formas, como en sus reglas y alcance universal a lo largo de un lapso de tiempo superior a los 30 siglos.
Por Dr. Uvencio Blanco Hernández
Comisión de Ajedrez y Educación FIDE